Con motivo de la publicación de un artículo por parte del periodista Gabriel Pereyra en dicho semanario titulado “El sucio secreto de los allanamientos nocturnos”, el senador Sergio Botana responde con una carta al director de Búsqueda Andrés Danza.
Melo, 8 Enero de 2024.
Director del Semanario Búsqueda
Sr. Andrés Danza
PRESENTE
En la edición del Semanario Búsqueda de la última semana nos encontramos con un artículo del periodista Gabriel Pereyra titulado “El sucio secreto de los allanamientos nocturnos”.
Título rimbombante y la más alta densidad de sinrazones que alguien pueda acumular.
No extraña de Pereyra. No es analista sino propagandista, y propagandista de un gobierno, un ministerio y un comando en particular. Pereyra es el Frente Amplio, es Bonomi y es Layera. Es también la teoría de la “nueva policía”, aquella de la no represión y la no culpabilidad de los delincuentes sino de la sociedad.
No consigue el articulista un solo argumento que no sea rebuscado. Pretende establecer que el error será la regla. No toma en cuenta la previsión de garantías desarrollada en la propuesta, que comprende decisión de un juez, supervisión del fiscal, operativo comandado por un oficial, debidamente registrado y filmado, y con absolutos resguardos en cuanto a las garantías legales de los habitantes de los locales allanados, y muy especialmente si se tratara de niños utilizados en esas circunstancias.
Como en Uruguay pudo encontrar pocos errores viajó a Nueva York para encontrar algún error. Por el nivel de detalle expuesto, tampoco encontró tanto.
Su problema principal es si los de otra banda se hacen pasar por policías y atacan al colega narco. No se ubica en el problema del vecino que ve violentada su vida pacífica y de trabajo. Se identifica con el pobre narco que puede ser engañado por otro narco.
En su desquicio llega a desarrollar una hipótesis sobre la reacción de la persona con sueño. Nunca piensa en el vecino que asiste a la llegada de “clientes” y “deliveries” durante toda la noche de manera ininterrumpida. Que tiembla con que se arme un tiroteo. Que está preso junto a su familia sin haber hecho nada. Que vive en un barrio donde se registran 3 veces más homicidios que la media de los barrios capitalinos.
Se preocupa de lo que puedan ver los niños. No se preocupa de lo que ya están viendo y aprendiendo. De la utilización de la que son objeto. Del riesgo permanente que viven los niños de la boca y todos los del barrio.
Seguramente no se ha enterado Pereyra de que solamente en el primer semestre de 2023 hubo 187 homicidios, y el 52% de los homicidios se debió a tráfico de drogas o ajustes de cuentas. Que el 76% de los muertos es gente joven. Pereyra debe entender que hay que defender la vida de los jóvenes. Que no debe defender a los narcos.
Seguramente tampoco se ha enterado de los inocentes jóvenes, niños, incluso bebés que han muerto por balas perdidas, o por balaceras sobre casas sin reparar quién estaba adentro. No menciona estos casos. Seguramente la mención no es funcional a sus defendidos de siempre.
En otra parte menciona la opinión del Presidente del Sindicato Policial de Rocha que no puede sostener la linterna mientras actúa, y la del Presidente del Sindicato de Policial de Artigas que no puede allanar porque practicó poco. En ningún momento proyecta el creciente riesgo para los policías si se deja crecer el narco y transformarse en dueño definitivo de los barrios. América entera es testigo de la cantidad de policías que no vuelven a sus casas por enfrentamientos con bandas criminales.
Muestra alta preocupación por la reacción que puedan tomar otros delincuentes frente al allanamiento del vecino narco. Mire si llegan a pensar que el allanamiento era para ellos y terminan disparando.
Publica opiniones de magistrados de su lado que opinan como él. A los que jamás se le pasa por la cabeza combatir el narcotráfico ni castigar ningún delito ni a ningún delincuente.
La conocida del Fiscal Negro que dice que no vale la pena rebajar garantías a los ciudadanos en función de supuestos resultados que no serán los imaginados porque las grandes cantidades de droga entran por otras vías. Debería el señor fiscal pensar que la garantía debe ser para los ciudadanos de bien. Que la pobreza no les debe condenar a la convivencia con la violencia. Que no debe preocuparse tanto de la rebaja de garantías a los narcos, sino de devolver garantías y libertades a los que hoy no las tienen por verse condenados a convivir en barrios copados por narcos. Terrible confusión la del señor fiscal.
Cabe preguntarse dónde estará la razón de condenar a la gente humilde a vivir tanto riesgo y tanta violencia. Será acaso que por ser pobres Pereyra pretende que el país los deje a merced de la voluntad del narco barrial de turno.
Será acaso que Pereyra y Negro opinan que como el volumen incautado es poco el daño también es poco. No sé de dónde sale esa teoría de no atacar la boca porque se puede encontrar más droga en otro lado. Con ese criterio tampoco se debería allanar de día. O ese otro dislate, de que si se cierra la boca hoy, la mujer la va a seguir mañana. Seguramente haya que actuar hoy y mañana, y pasado mañana y mientras sea necesario para devolver la paz y la tranquilidad a los barrios. No es admisible renunciar a la lucha.
Tampoco sé de dónde sale la tesis de que 30 años de represión no han servido de nada. Lo que el Uruguay ha vivido son 15 años de aliento al delito, de perdón al delincuente, de cero represión, de puerto abierto y mucha comprensión a las causas que tenía el delincuente para delinquir. 15 años de cero represión. Los años de la “nueva policía” de Layera.
Es cierto que con el allanamiento nocturno no basta. Que hay que instalar el servicio de scanners en el puerto, que en eso el Gobierno se la jugó y levantó las observaciones de la licitación para que el proceso no tuviera que empezar de nuevo. Que hay que instalar más radares para detectar vuelos. Que hay que formar y entrenar más a la Policía. Que hay que contar con fiscales y jueces que quieran combatir y no convivir con el narcotráfico. En todo caso si la herramienta está y no la usan, de ellos será la responsabilidad. La Policía la necesita y los vecinos también.
Con el allanamiento nocturno no hay limitación sino vigencia del derecho del ciudadano común. Es limitación del abuso del delincuente y para el decente, sereno goce de su libertad de vivir tranquilo.
Le saluda
SERGIO BOTANA